Quengococha, conocida como la Laguna Torcida, es un remanso romántico situado al sureste de la ciudad de Cajabamba, enclavado en el corazón de la Cordillera Occidental, a espaldas del imponente Chochoconday.
Esta laguna no solo cautiva por su belleza escénica, sino que despliega una importancia vital para la región. Es el origen del río Lulichuco, que en su curso bajo toma el nombre de río Lanla, vital para la agricultura cajabambina. Varios proyectos de represamiento se han realizado a lo largo de los años con el objetivo de irrigar las fértiles tierras de los caseríos de Luclichuco, Mitopampa, Parubamba, Colcabamba, Machacuay, y la parte alta de Callash, beneficiándose todos de las aguas claras que fluyen a través de un canal de cemento construido en 1965.
La Laguna Quengococha no solo sustenta la agricultura local, sino que también alberga una rica biodiversidad. Aves silvestres y truchas doradas encuentran refugio en sus aguas cristalinas, que durante la primavera se ven adornadas con un arco iris de colores gracias a las flores silvestres que florecen en sus cercanías.
El clima en Quengococha es frío durante todo el año, por lo que se recomienda a los visitantes tomar precauciones adecuadas. Sin embargo, la recompensa por explorar este paisaje montañoso es incomparable: vistas impresionantes, una tranquilidad que invita a la reflexión, y la oportunidad de conectar con la naturaleza en su estado más puro y vibrante.
En resumen, Quengococha es mucho más que una simple laguna; es un centro de vida y sustento para la comunidad, un tesoro natural que merece ser preservado y disfrutado por las generaciones venideras.
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